Para lograrlo, la ministra de Educación y Derechos Humanos, Mónica Silva, y la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Dina Migani, firmaron un convenio para que Río Negro cuente con escuelas limpias de este tipo de desechos.
En un acto realizado en la Biblioteca Popular Nicolás Avellaneda de Choele Choel, ambas funcionarias provinciales dieron el primer paso hacia la puesta en marcha de un programa que permita la recolección y acopio de aparatos eléctricos, electrónicos y en desuso, detectados en los establecimientos educativos.
A raíz del acelerado y continuo desarrollo tecnológico del hombre, “cada vez es mayor la cantidad de residuos de este tipo, lo que tiene implicaciones ambientales negativas”, indicó la ministra, al tiempo que destacó que “los estudiantes del siglo XXI tienen una conciencia ambiental mucho más arraigada que las generaciones anteriores; y hay que atenderlas, sobre todo porque también impactará de manera positiva en todos los vecinos de la ciudad”.
Para este año, se estima que los argentinos desecharán más de 100.000 toneladas de este tipo de residuos, al cumplirse el tiempo de uso y transformarse en “chatarra electrónica”.
Educación y Ambiente instrumentarán la recolección de los residuos detectados en las escuelas, que luego se trasladarán hasta la localidad de Darwin para, vía ferrocarril, ser transportados hasta Quilmes, en la provincia de Buenos Aires, para el tratamiento de la empresa correspondiente.
En el acto, la ministra Silva y la secretaria Migani estuvieron acompañadas por el intendente de Darwin, Víctor Hugo Mansilla, el legislador Leandro Tozzi y la presidenta de la Biblioteca Popular Nicolás Avellaneda, Mónica Fantino.
A la ceremonia también asistieron autoridades del Centro de Especialización en Asuntos Económicos Regionales (CEAER) y de la Agencia Crear; el Hospital local y el Ente de Desarrollo del Valle Medio. A ellos se sumaron representantes de entidades bancarias y bibliotecas populares, Supervisores y directivos escolares.