Día del Veterano y los Caídos en la guerra de Malvinas

Una vez desencadenado el conflicto armado, la guerra duró alrededor de dos meses y medio, que dejó 649 muertos argentinos en combate y casi la misma cantidad de suicidios como consecuencia de las secuelas y traumas de posguerra. 

Pensar en el escenario político próximo a Malvinas en 1982 implica considerar la gravísima crisis social, política y económica que el país atravesaba en ese momento, en un marco inédito de disciplinamiento social y violación a los derechos humanos. Además, nos enfrenta con la emergencia de sus resultados; es decir, un costo social posterior, consecuencia de ese tiempo nefasto para la historia argentina. Malvinas, entonces, es un suceso que lamentable profundizó, entre otros aspectos críticos, las violaciones a los derechos humanos que se sucedieron durante el proceso dictatorial: en este caso, sufridas por ciudadanos -"soldados"- que pusieron el cuerpo y mucho más en ese innecesario conflicto bélico.

A 36 años del conflicto en las islas, varias cuestiones emergen como resultado de ese momento histórico desfavorable para nuestro país. Por un lado, seguir reclamando la soberanía política y económica sobre las Islas por la vía jurídica propia de un estado de derecho, en el marco del diálogo, la diplomacia y el respeto que debe existir entre los estados.

Por otro, y hacia el interior de nuestra sociedad, emprender la tarea de reflexionar acerca de nuestra identidad nacional, concibiendo una sociedad en la que puedan integrarse todos los derechos y libertades de las personas, considerando y valorando la diversidad y respetando las diferencias entre quienes habitamos este país.

En el Día del Veterano y de los Caídos en Malvinas debemos contribuir y motivar a las futuras generaciones a mantener viva la memoria, el recuerdo de lo acontecido, ese relato que conserva una verdadera historia; la que se corrobora por los efectos que causó. De este modo, la memoria se convierte en una asignatura fundamental en el recorrido pedagógico que las personas realizan en su formación escolar y en su vida como ciudadanos. Recordar, entonces, empieza a consolidar una mirada que se distingue, porque traza una identidad.

Así, empezamos a entender la importancia de una memoria colectiva, que reclama desde esos recuerdos el proyecto de construir entre todos una sociedad en la que nunca más se vulneren derechos fundamentales como la vida y la libertad de las personas. Una sociedad justa, libre, equitativa y respetuosa de sus ciudadanos.

 
Secretaria de Derechos Humanos

Ministerio de Educación

Río Negro