Esta estrategia busca fomentar o realizar acciones que tengan que ver con la promoción, el cuidado y la protección de la salud individual y colectiva en distintos entornos donde las personas pasan parte de su día.
Al respecto, Nicolás Arce, licenciado en Educación Física e integrante del Departamento de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, explicó que se trata de “una estrategia amplia e interesante que busca el cambio de conductas para que por medio de éstos podamos disminuir la incidencia de enfermedades crónicas que tenemos en Río Negro” y agregó que “dentro de esta estrategia se enmarcan trabajos en entornos o espacios laborales saludables que pueden ser públicos o privados, universidades e incluso escuelas”.
Expresó que puntualmente desde el Ministerio se está haciendo mucho hincapié en los espacios laborales, “tratando de trabajar en distintas líneas de acción que abarque y fomenten una alimentación saludable, el no consumo de tabaco, actividades físicas para la disminución en los comportamientos sedentarios y la posibilidad de poder intervenir en emergencias cardiopulmonares, a través de capacitaciones al personal”.
Arce aseguró que ya se trabaja con instituciones que se adhirieron a la estrategia y se está teniendo muy buenas respuestas. “Tuvimos muy buena repercusión en los espacios laborales, ya sean del Estado y en las universidades: En Viedma ya firmamos acta con la Universidad Nacional de Río Negro, la del Comahue y el Instituto de Educación Física”.
Respecto al trabajo con las instituciones explicó que una vez firmado el acta compromiso, las instituciones hacen un relevamiento o diagnóstico de cómo están, luego se forma una comisión de trabajo para fijar objetivos y desde ahí comenzamos a trabajar para cumplir los distintos ejes propuestos a fin de poder certificarse como una institución saludable. Esto tiene una duración de dos años y luego se vuelve a recertificar”.
Finalmente, remarcó que se trata de un trabajo constante y lo que se busca es que esta iniciativa perdure en el tiempo, que los cambios no sean pasajeros, sino que perduren y que queden como políticas institucionales de entornos saludables.