Este equipamiento de última generación, es de origen canadiense y se encarga de procesar el pelo del guanaco, aunque también se lo utiliza para la fibra mohair y la lana.
En 2021 se realizó un aporte de $1.200.000 en dos etapas, para la puesta en funcionamiento de la maquinaria, utilizados para la compra de motores importados y otros gastos.
Por medio de esta propuesta se busca generar más puestos de trabajo en el lugar, para mejorar la calidad de vida. Además, en el proyecto Minimills hay una participación de jóvenes, hijos e hijas de productores que apuestan a darle continuidad a la actividad.
Las Minimills o mini-hilanderías llegaron a la Argentina para facilitar el agregado de valor en pequeña escala a la lana y a otras fibras textiles producidas por caprinos y camélidos. Ya funcionan dos produciendo hilos de lana, mohair, cashmere, guanaco, llama y mezclas de esas fibras.
El agregado de valor a las fibras, cercano al origen de su producción y a pequeña escala, constituye una oportunidad de desarrollo de las economías regionales en especial para aquellas fibras que no tienen un lugar en la industria tradicional por sus bajos volúmenes de producción.