Es que en los últimos años, algunos establecimientos comenzaron a abrir sus puertas al turismo en el marco de una experiencia que privilegia el trato directo con los productos que se elaboran e invita a conocer en primera persona el proceso de elaboración de las destacadas bebidas producidas en la provincia.
Recorrer los Caminos del Vino a través de sus bodegas permite sumergirse en la historia de la vitivinicultura provincial y deleitarse con los sabores de los vinos más australes del mundo. La propuesta en los establecimientos que conforman este atractivo incluye desde visitas guiadas hasta degustación de los más variados vinos y platos regionales.
Esta oferta se convierte en una gran opción para quienes deseen vivir una maravillosa experiencia que fusiona naturaleza, tradición y sabores y se transforma en un producto superador para turistas que buscan una alternativa a las clásicas actividades de la temporada.
Aunque las propuestas pueden disfrutarse durante todo el año, el verano guarda su propio encanto ya que permite conocer de primera mano el proceso de la cosecha en los viñedos que se encuentran insertos en las chacras productivas de los valles, entre las bardas y los ríos.
En estos espacios también es posible deleitarse con almuerzos y cenas temáticas y realizar reparadoras caminatas y bicicleteadas por los viñedos. Además, las bodegas más antiguas cuentan con instalaciones históricas en forma de museos, que pueden ser recorridas por visitantes.
Esta parte del territorio rionegrino es muy conocida por su producción de frutas, entre las que se destacan peras, manzanas, duraznos y uvas de reconocimiento internacional. A través del turismo rural se puede conocer la vida cotidiana de las chacras dedicadas al cultivo, que en su mayoría son de tradición familiar.
A través de esta oferta, los visitantes tendrán la posibilidad de adentrarse en el proceso productivo durante sus diferentes etapas, que van desde la floración y la cosecha, hasta el empaque de las frutas en los galpones esparcidos en la región.
En las diferentes localidades valletanas también es posible disfrutar otro aspecto de la cultura como la destacada gastronomía a base de productos regionales, que maridada con los vinos elaborados en la zona se transforma en una experiencia épica para el paladar.
En cercanías de Cinco Saltos, el Lago Pellegrini que rodea la península Ruca Có, ofrece una amplia gama de servicios a los veraneantes de paso y de la región, que pueden encontrar establecimientos gastronómicos con sabores locales, hospedaje, campings, canchas de arena, feria de artesanos y playas con servicio de guardavidas; mientras que en el agua se puede disfrutar de deportes náuticos, expediciones y hasta vuelos bautismo rasantes sobre el espejo de agua.
A lo largo de los ríos Negro y Colorado, las aguas caudalosas se tornan propicias para la pesca y los deportes náuticos como el remo y el kayak o stand up paddle. Asimismo, el curso de agua permite al visitante experimentar fabulosos paseos en balsas inflables con y sin motor o canoas, mientras se contempla la imponente flora y fauna que distingue la región.
Los más osados, por otra parte, podrán optar por diferentes travesías épicas como el ciclismo de montaña, trekking, parapente, rappel, tirolesa y escalada, mientras que quienes buscan algo más tranquilo tendrán la posibilidad de realizar caminatas por senderos planificados, astroturismo o cabalgatas.