El encuentro se realizó en la sede de la Cámara de Productores con la participación del secretario de Fruticultura de Río Negro, Facundo Fernández, el subsecretario del área Pablo de Azevedo y el subsecretario de Agricultura, Diego Gordón. Estuvieron presentes representantes de las entidades que nuclean al sector productor y de la Fundación Barrera Patagónica (Funbapa).
Uno de los aspectos más sobresalientes del encuentro fue que este año se destinaron al programa tres millones de kilos de manzanas y peras y se entregaron 25.000 módulos, compuestos por frutas, hortalizas, frutos secos y miel, reforzando aún más la calidad nutricional de la entrega.
El promedio de productores frutícolas que participó fue de 50, quienes pudieron obtener de la comercialización destinada a los módulos, una rentabilidad mayor que la habitual en el mercado.
Todo este movimiento que genera dicha política provincial fue informado en la presentación de resultados. Se expusieron los volúmenes de módulos destinados a cada localidad, los lugares de procesamiento y empaque de las cajas de alimentos y el impacto económico que el programa provincial tuvo para cada productor. También se presentó el plan tentativo del 2022, que prevé un crecimiento en algunos municipios, entre otros aspectos.
El secretario de Fruticultura de Río Negro, Facundo Fernández, destacó el programa y expresó que “podemos demostrar que la conjunción público privada funciona, en este caso Estado-Federación y permite obtener resultados virtuosos. El programa nació como una estrategia para mejorar el consumo de frutas de nuestras generaciones futuras, llegando a todas las ciudades, a los colegios, con productos nutricionalmente correctos (frutas, hortalizas), producidos en Río Negro para nuestros habitantes. En un esquema en que la Federación de Productores nuclea el esquema administrativo comercializador y el Estado compra”.
Fernández agregó que “pensamos ampliar los volúmenes, en eso trabaja la Federación con el acompañamiento y articulación del Estado. Se van a reactivar sectores que en pandemia estuvieron relegados como los comedores escolares. Y eso implica ampliar volúmenes y armar una logística en que hortaliza y fruta van en un esquema separado, por ejemplo: las hortalizas para la cocina, las frutas para las colaciones. El programa crece y otras provincias quieren participar”.
Sebastián Hernández, presidente de la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén, refirió que “es el tercer año del programa, con resultados favorables. Logramos que los productores obtengan una utilidad mayor al costo de producción. Entregamos 25.000 módulos por mes en escuelas. Nos empezamos a proyectar, somos un ejemplo hacia las demás provincias que están interesadas en sumarse”.
“El promedio de pago fue entre 25 y 27 pesos por kilo de fruta, con descarte incluido, a cada productor, lo que supera a los valores que se está pagando por la fruta en otros mercados. Desde la Federación y Funbapa somos administrativos, pero no obtenemos un porcentaje y por eso podemos respetar un valor mejor para los productores”, explicó Hernández.
Del encuentro participaron además representantes de Funbapa, el INTA y presidentes de todas las cámaras de productores involucradas en el programas de comercialización.