Este 21 de agosto se conmemora por primera vez y oficialmente en la Argentina, el día de la mujer futbolista luego de la aprobación de la ley en 2020 por el Congreso de la Nación. El origen de esta fecha es en homenaje a Elba Selva, una jugadora nacional que le convirtió 4 goles al seleccionado de Inglaterra en el Estadio Azteca, durante el Mundial femenino de México de 1971, que por aquellos años no era reconocido por la FIFA.
Ex futbolista roquense y gran referente del fútbol femenino de la provincia, fue dos veces mundialista con la Selección Nacional mayor. Actualmente integra el cuerpo técnico de los seleccionados rionegrinos de la rama femenina en los Juegos Epade y Araucanía.
Cotelo comenzó a jugar en su barrio J.J. Gómez de General Roca, a los 4 años, donde conoció el fútbol. Era la única niña que jugaba con los varones y eso la llevó a, en ocasiones, ser discriminada, pero siempre contó con el apoyo de su familia y amigos que la alentaban a seguir el deporte que le gustaba.
A los 8 años integró su primer equipo, un combinado barrial llamado “Ayelén” que más tarde fue dirigido por su mamá, que si bien no era entrenadora se hizo cargo del equipo con mucha pasión. En su adolescencia se inscribió en la escuela de fútbol Potenza de la ciudad y más tarde pasó al Deportivo Roca. En esos años quedó convocada en la Selección Nacional y debió viajar semana de por medio de Río Negro a Buenos Aires para entrenarse con sus compañeras.
Debido a la poca competencia que tenía la Sub-19 pasó casi inmediatamente a la mayor con la que disputaría el Campeonato Sudamericano 2003 y clasificaría al Mundial de Estados Unidos. En el 2006 repetiría su presencia en el Sudamericano en el que Argentina se consagró campeona y obtuvo un lugar en los Panamericanos, el Mundial de China y los Juegos Olímpicos de Beijing.
En el medio de sus presencias con la celeste y blanca pasó a Boca Juniors en 2004, club en el que se quedaría hasta su retiro en 2010 y con el que ganaría once títulos metropolitanos, ocho de esos de manera invicta.
Tras su retiro regresó a Río Negro y tuvo escuelitas de fútbol para varones y mujeres. En el 2019 fue parte del cuerpo técnico del primer equipo rionegrino de femenino en la historia de los Juegos Binacionales de la Araucanía, que además logró la medalla de plata, y actualmente busca repetir la hazaña.
Es una ex futbolista allense que pasó la mayor parte de su carrera en Europa, se profesionalizó como entrenadora y se dedicó a capacitar a otros. Hoy es parte del cuerpo técnico masculino de los seleccionados rionegrinos de los Juegos Epade y Araucanía y trabaja para seguir desarrollando el fútbol femenino desde la Secretaría de Deporte.
Su pasión por el fútbol comenzó desde muy pequeña, heredada por su padre, pero fue a los 8 años cuando comenzó a jugar al futsal y en las ligas barriales de Chubut, provincia a la que se había mudado con su familia. A los 12 años daría su salto hacia River Plate donde comenzó a entrenarse y debido a que en aquella época no había fútbol formativo Juliana compartía los entrenamientos con las jugadoras de mayor edad.
Por su buena técnica y forma de jugar, el Barcelona de España la invitó a unirse a sus filas y Rodríguez dejó la Argentina con solo 14 años. En el “blaugrana” estaría un año y luego pasaría al Sevilla, club en el que permaneció durante siete años hasta su retiro a la joven edad de 21 años a causa de una lesión de tendinitis rotuliana.
Regresó al país y se dedicó a su otro sueño: ser entrenadora de fútbol. Se recibió y para compartir sus conocimientos en 2014 en General Roca abrió una Escuela de Directores Técnicos, siendo la primera mujer de Argentina en dirigir una.
Previo a la pandemia por covid-19 viajó por el territorio argentino y por Uruguay para disertar y capacitar a otros y en 2021 se incorporó a la Secretaría de Deporte de Río Negro donde ya trabaja para seguir en el desarrollo del fútbol formativo femenino.
La viedmense de 27 años juega actualmente en el Club Femarguín de Gran Canaria en la Segunda División española y se destaca en la posición de mediocentro.
Su pasión no solo estaba volcada al fútbol, sino que también al básquet, disciplina en la que se destacó desde pequeña hasta que tuvo que elegir entre sus dos pasiones y se quedó con el “balón pié” para iniciar una carrera profesional.
Valentina comenzó su trayectoria como futbolista en Racing de Córdoba, luego pasó por Belgrano y en Buenos Aires formó parte del plantel de la UAI Urquiza en el año 2018. Integró la Selección Argentina que clasificó al Mundial de Francia, pero no pudo jugar debido a una lesión.
Años más tarde decidió viajar a Europa y en España firmó contrato con el Club Alavés, con el que jugó entre 2019 y 2020 en la Segunda División, para finalmente, pasar al Femarguín, con el que logró la permanencia en esta temporada y el actual nivel competitivo que la califica como una gran referente del deporte profesional.