La piloto nacida se recibió en el colegio Don Bosco y luego se instaló en Buenos Aires donde cursó y culminó la carrera de Diseñadora Industrial. Hoy, ya recibida, Aixa es emprendedora, pero asegura que continúa con su sueño gracias al apoyo de los sponsors y del Ministerio de Turismo y Deporte provincial que ayudó en los inicios, lo que le permite seguir afrontando desafíos, mirar hacia el futuro y crecer como piloto.
Su pasión por los autos comenzó a los 11 años, pero cuando su mamá le regaló su primer auto a los 15, supo que quería dedicarse a correr. Transitó dentro de una actividad deportiva masculinizada, sin embargo nunca dudó en ocupar un merecido lugar y formarse en el mundo motor, y a los 25 años inició su camino con gran energía y fortaleza.
Actualmente, con 29 años, sostiene: “estar hoy en una categoría nacional después de años de trabajo, con una pandemia de por medio es un súper logro, sobre todo siendo mujer. En el ambiente no es nada fácil hacerse un espacio, siempre hay palos en la rueda, pero cada vez es menos gracias al trabajo que venimos haciendo las mujeres y hay que hacerse respetar”.
La joven piloto nunca renunció a lo que más quería, y cuenta que su objetivo principal es estar siempre a la altura en cada carrera e intentar conseguir los mejores resultados.
Además de competir, Aixa muestra que los autos no son sólo cosa de hombres “creo que todas las mujeres que estamos en lugares así somos inspiradoras para muchas que nos ven y que pueden saber que, poniendo pasión a lo que se hace, uno puede lograr lo que se propone”.
Aixa siempre trabajó desde su rol como piloto en las cuestiones de género. Fue así que fundó el club Racing Girls Argentina; colabora en la Asociación Argentina de Volantes y su equipo está conformado por dos mujeres que se desempeñan como mecánica e ingeniera de su auto.