Más de la mitad de la demanda eléctrica rionegrina de la zona andina y el Alto Valle podría cubrirse con la puesta en marcha de pequeños aprovechamientos hidroeléctricos disponibles en nuestro suelo. Y, en términos globales, el 70% de la demanda eléctrica provincial podría abastecerse a partir de esa fuente de generación, que no contempla la necesidad de embalses de grandes dimensiones.