El programa se centró en recorrer yacimientos clave en el Alto Valle, dedicados a la extracción de áridos, bentonita y yeso, con el objetivo de mejorar las condiciones laborales y reducir accidentes y enfermedades profesionales. Las visitas y reuniones se realizaron con un enfoque colaborativo, no inspectivo, para diseñar documentos de buenas prácticas adaptados al contexto rionegrino.
Federico Ferrer, responsable de Inspección y Fiscalización de la Secretaría de Minería, destacó los logros del año: “El 2024 marcó un punto de inflexión para la minería de Río Negro. Con el PRONAPRE, logramos acercar herramientas de prevención al sector y promover un diálogo constructivo entre trabajadores y empleadores. Este trabajo es clave para transformar los estándares de seguridad e higiene laboral”.
Por su parte, María Elisa González Clavin, representante de la SRT, valoró el impacto del programa en la provincia: “El PRONAPRE se posiciona como una herramienta fundamental para generar cambios reales. En Río Negro, pudimos identificar las necesidades del sector y trabajar con un enfoque preventivo que prioriza la salud y la seguridad de los trabajadores mineros. Estamos satisfechos con el balance del año y entusiasmados por lo que vendrá en 2025”.
Proyección para 2025
Entre los objetivos de la Mesa PRONAPRE para el próximo año se encuentran ampliar los relevamientos a otras regiones mineras, lo cual había quedado pendiente, como con la diatomita en la Región Sur y las Salinas del Gualicho, para avanzar así en la implementación de los documentos de buenas prácticas en seguridad. Además, se buscará fortalecer las capacidades técnicas de los actores involucrados a través de capacitaciones específicas y nuevos espacios de diálogo.