Bariloche: el acompañamiento y la tarea social se hacen sentir en medio de la pandemia

Fue así que para no perder contacto con un grupo de jóvenes bajo programa de la Subsecretaría, se creó una revista al tiempo que se articuló un taller de cremas con mujeres en situación de violencia de género.

Oyarzún, explicó que en el marco de la pandemia se halló la necesidad de generar un nuevo vínculo con los chicos para llevarles entre otras cosas, información preventiva respecto al COVID-19. Esa idea quedó plasmada en la revista Pasquín Ñeri

"La idea fue generar una revista donde además de darles información y números de teléfono útiles, era poder estar en contacto con ellos y brindarles información con respecto a la pandemia, cuestiones relacionadas al cuidado, protocolos, el uso de barbijo, no compartir bebidas, el mate, etc. La intención es no perder el vínculo con ellos y repartirla cada quince días con juegos que les llevamos a los chicos.  La verdad que dentro de todo, esta forma de vincularnos con los chicos es interesante porque no se perdió el contacto", comentó la referente sobre este proyecto que se puso en marcha el año pasado y continúa vigente.

 "Ellos nos fueron ayudando a crear la revista ya que les consultamos qué querían saber y qué temas eran de su interés para después volcarlo a la publicación. Es un ida y vuelta", resaltó.

Prosumidoras

Otra de las iniciativas fue un taller de cremas que se realizó en el Centro de Abuelos del barrio Unión gracias al espacio otorgado por la municipalidad de Bariloche. "Lo iniciamos el año pasado destinado especialmente a mujeres, muchas que han sufrido violencia de género. Focalizamos en que las mujeres aprendieran a crear cremas con las plantas de nuestra zona y que eso sea como una salida laboral y un ingreso para ellas. Se hizo una articulación con el municipio de Bariloche, nos prestaron vehículos para las salidas de reconocimiento de plantas autóctonas. Este taller funcionó muy bien y la idea es seguirlo este año ya que las mujeres quedaron muy contentas".

"El taller se inició con los conocimientos básicos de las plantas hasta la creación de las cremas. Se hizo una compra grande de insumos para el envasado y que las chicas las pudieran vender. La idea es a futuro poder formar una cooperativa e iniciarlas a ellas para que tengan una marca. Se llaman Prosumidoras porque es un taller donde producen, consumen y venden", destacó.

Además se busca también iniciar talleres de fabricación de shampoo y pasta dental.

Oyarzún manifestó que el 2020 pese a las limitaciones de la pandemia, resultó un buen año de trabajo y con satisfactorios resultados: "Para nosotros esto también era algo de emergencia, que tanto nuestros jóvenes como las mujeres no estén solas. Fue bastante importante poder trabajar a pesar de la pandemia en conjunto con nuestra gente", concluyó.